Una vez que alcanzamos cierto grado de éxito, pensamos que lo hemos aprendido todo y nos aferramos a la idea de que ese es el camino más seguro para llegar a tener éxito constante una y otra vez en nuestra vida. Incluso, pensamos que no hay necesidad de experimentar nuevas formas de hacer las cosas porque como muchos dicen, “No hay nada que no se haya inventado ya”,  otros más, se casan con la idea de que es mejor copiar las cosas que están bien hechas en lugar de andar buscando nuevos caminos para salir adelante. Nos casamos con la idea de que no existen otras formas para tener éxito.

 

Pero, la verdad es que, si nos damos oportunidad para buscar nuevas posibilidades, nos daremos cuenta de que existen interminables formas para alcanzar la mejora en todo aquello que hacemos de manera cotidiana. Soy por ello de los que piensan, que ¡LO NUEVO, ES ENEMIGO DE LO MEJOR!.

Aprender a desaprender es quizá la mejor forma de vencer y tener éxito. Es abandonar la idea, de que lo sabemos todo y hemos recorrido lo suficiente como para ver algo nuevo, es dejar de hacer lo mismo de la misma manera. Es abandonar esa creencia que realmente nos limita.

Aprendemos de manera automática desde que abrimos los ojos en esta vida. Aprendemos automáticamente a respirar, a comer y a tener movimientos que nos permiten sobrevivir. El corazón se activa sin ninguna orden, aspiramos y respiramos simplemente, nos movemos sin pensarlo y exploramos simplemente por nuestro deseo de conocer nuevas cosas y es así como vamos aprendiendo. Lamentablemente, también, vamos dejando en nuestro cerebro un registro de ese aprendizaje y luego, por voluntad propia nos vamos aferrando a esa idea como la única forma existente de supervivencia en la vida.

En el entorno empresarial, pasa algo similar con aquellas empresas tradicionales, las que siguen sus propios métodos, o las que se aferran a sus fórmulas que dieron origen a su proyecto de negocio, y al paso del tiempo, vemos como nuestras ideas son superadas por otros, que llegan a convertirse en nuestros competidores e incluso, llegan a “sacarnos del juego”, por el simple hecho de tomar la decisión de hacer ¡SIEMPRE LO MISMO Y DE LA MISMA MANERA!.

Desaprender, puede ser una palabra que podría sonar contradictoria, pero la idea fundamental que planteo, es la posibilidad de dejar ir, conceptos, ideas o formas de hacer las cosas y de pasar de temas tradicionales a las nuevas formas de planear, accionar y ejecutar que nos permitan ser ÚNICOS y DIFERENTES respecto de lo que muestra su entorno. Es dar pie a una renovación profunda, a una REARQUITECTURA de nuestra organización y porqué no, de nuestra vida.

Seguro que ha escuchado en el ambiente de negocios, esas ideas de poder DIFERENCIARSE de sus competidores, de la INNOVACIÓN PERMANENTE, de una REARQUITECTURA consistente, de una ALINEACIÓN de los procesos durante todo el tiempo. Pues, para que ello pueda suceder, entonces usted requiere abandonar sus viejas prácticas, sus viejas formas de pensar, sus arcaicas formas de hacer las cosas, incluso, sus falsas ideas de como es que concibe el mundo y el entorno que le rodea. Usted debe DESAPRENDER, simplemente, porque TODO, absolutamente TODO está cambiando a cada instante. Ha llegado el momento de independizarse y de dejar de aferrarse a todo aquello que le impide moverse ágilmente frente a un mundo que exige cada vez más, capacidad de respuesta a entera satisfacción.

En épocas de crisis, como la que estamos viviendo, el concepto de desaprender significa reconocer que todo lo que se ha hecho no ha dado el resultado esperado y que es momento de dejar todas las creencias establecidas y los conocimientos adquiridos en el pasado para buscar los nuevos cambios que nos llevarán a salir de la complejidad, más rápidamente que nuestros competidores. Es mutar a un nuevo modelo mental que nos genere una actuación distinta, es reflexionar diferente y es renovar su modelo de LIDERAZGO, porque le guste o no, será usted quien abandere los cambios en su negocio.

Sé que cambiar no es fácil, que incluso resulta difícil, sobre todo cuando admite que la mejor manera de salir adelante, es con su viejo modelo. Ha escuchado esa frase de, ¿porqué hacer olas?. La respuesta es: Porque usted ya no necesita olas, sino SUNAMIS de ideas para asegurar que hará los cambios como nadie, y solo así, podrá ofrecer a sus clientes aquello que NADIE siquiera intentará darle. O lo hace así como le comento, o alguien lo hará por usted, ¡TÉNGALO POR SEGURO!

DESAPRENDER también significa APRENDER CONSISTENTEMENTE.

Es muy difícil aprender algo nuevo cuando solo nosotros hacemos las cosas y sobre todo cuando buscamos que se  sean perfectas desde la primera vez. Es menos complicado aprender algo nuevo, cuando tenemos margen para equivocarnos. Aprender únicamente desde nuestra óptica, en realidad nos retrasa en el tiempo, porque nos aferramos tanto a nuestra idea, que no damos oportunidad a que ésta se vea enriquecida con las aportaciones de otros puntos de vista, que son incluso a veces, mucho mejores que la idea original que nos planteamos.

Para DESAPRENDER, tenemos que preguntarnos, ¿qué estoy haciendo? ¿Qué estoy viendo?¿Qué NO estoy viendo? ¿soy solo yo, quien valida mi idea, o son aquellos a quienes va dirigida?. Aquí puede estar la gran diferencia. Preguntar le llevará al aprendizaje, más rápido y de la forma más segura, pero requiere de humildad para ver su idea desde otra perspectiva. Preguntar, es la posibilidad de transformar la forma de observar lo que a su juicio es lo mejor, es darse la oportunidad de escuchar todo aquello que no se dice, lo que implica desarrollar nuevas capacidades y habilidades para lograr un resultado diferente. Esto es, DESAPRENDER para volver a APRENDER.

DESAPRENDER es entonces, DECODIFICAR terreno y prácticas conocidas, es abandonar la zona de confort y abrirse al aprendizaje. Es  la gran oportunidad de actualizarse,  de cambiar nuestros paradigmas, es la oportunidad de experimentar conscientemente utilizando nuevos caminos,  es darnos la oportunidad de experimentar nuevas formas de observar, pensar y accionar para alcanzar resultados más allá de lo inicialmente planeado. REAPRENDER por consiguiente, es desestimar y hasta eliminar responsablemente lo que ya no sirve y aprender algo de forma distinta a la que durante años hemos realizado. Es hacer las cosas tan diferentes a los demás, que nos convertimos de inmediato, en personas FUERA DE LO COMÚN.

Por un momento piense en usted y su empresa o negocio y hágase la siguiente pregunta: ¿Cada cuándo reinventa su negocio? ¿Qué tanta resistencia ofrece usted y su equipo a los cambios cuando estos se presentan como una nueva posibilidad de avanzar? ¿Qué está dispuesto hacer para lograr darle un vuelco a su negocio y mostrar una nueva cara a sus clientes? ¿Cuáles son las personas o procesos que abandonará en el camino por no estar alineados con el cambio? ¿Cuánto invertirá en personas, nuevos procesos o tecnologías para avanzar en este proceso de alineación frente al cambio en el entorno? ¿Cómo dinamizará a su empresa, para ofrecer a este nuevo mercado una posibilidad sustentable de crecimiento?

Preguntas como estas, nos debiéramos estar haciendo de manera constante, porque nos permiten reflexionar si estamos o no siendo consistentes con la velocidad de los cambios que  muestran los clientes y mercado. ¿Está invirtiendo en ello? ¿Cuál es la frecuencia de monitoreo de los motivos de compra o hábitos de consumo de sus clientes? ¿Responde a estos cambios con celeridad? ¿se anticipa a ellos?

Anticiparse a los cambios, es la mejor manera de triunfar en mercados de alta competencia y en un mundo global eso es la constante. Para realizarlos, y para continuar creciendo conforme a ellos, es necesario también una reinvención en la manera en que gestiona y lidera en cada uno de los procesos internos de su negocio, es alinear procesos y personas con la visión de su negocio, es dejar de trabajar para los jefes, y enfocar nuestras acciones en aquellos a quienes nos debemos. ¡NUESTROS CLIENTES!

La gran mayoría de las empresas competitivas en el mundo, recomiendan a sus líderes, un cambio de mentalidad para enfocar sus nuevas estructuras. El estereotipo de una administración rígida, seguidora del ABC de los negocios, está siendo remplazado por propuestas de valor con una gran capacidad para cambiar a una velocidad increíble, poseen la características de ser ÁGILMENTE FLEXIBLES PARA RESPONDER A LOS CAMBIOS DEL ENTORNO y es esta quizá, su mayor ventaja competitiva.

Esta frase es ideal: El día tiene 24 horas y eso no se puede cambiar. Lo que sí podemos hacer, es decidir es cómo invertir nuestro tiempo, como utilizamos mejor nuestros recursos y energía y como obtenemos un mejor provecho con el conocimiento que poseemos al tiempo que implantamos una cultura de APRENDIZAJE CONTINUO en nuestra empresa.

Son tiempos de apertura, son tiempos de invertir y crecer nuestro LIDERAZGO, para enfrentar los vientos de cambio que se avecinan. Si, desea un cambio en su empresa, comience por ahí, por la formación de una nueva generación de personas que posean una alta capacidad de influencia en ellos, en los demás y en los procesos enfocados a servir más  y mejor a sus clientes.

Libro Fuera de lo Común