Hoy día enfrentamos quizá,  uno de los mayores retos de nuestra vida y en el segmento empresarial, el mayor desafío. Estoy seguro que usted ha vivido y pasado muchas crisis, sobre todo aquellas que surgen de los cambios de gobierno en nuestro país, y de aquellas que generan desconfianza para invertir como producto de las malas políticas públicas emitidas por los gobiernos en turno.

Pero más allá de cualquier problema que estemos enfrentando, la pandemia mundial que estamos viviendo está generando tal grado de psicosis que he visto algunas reacciones como las que describo a continuación, en algunos empresarios:

  1. Pánico: La pandemia, les ha asustado tanto que éste temor, se lo han trasladado a los colaboradores.
  2. Desaliento: El pesimismo es la fuente de la estatización y del tortuguismo. Hace que los colaboradores más cercanos bajen la guardia y en consecuencia el liderazgo se pierde poco a poco.
  3. Justificar lo no justificable: Este problema de salud global, genera en las personas la más grande de las justificaciones para argumentar el “porqué”, no se llega a los resultados, cuando la posición debiera ser disruptiva.

La buena noticia que puedo decir ahora mismo para usted, es que SIEMPRE existen las buenas salidas, pero tienen que venir acompañadas de una gran dosis de liderazgo de quien dirige la organización y de aquellos que están al frente de cada área en la empresa. No provienen de ninguna otra parte estas soluciones, sino de aquellos quienes dirigen. Ahora, les tocará pasar por una de las pruebas más importantes de su vida, porque su capacidad de influencia será puesta a prueba por todos aquellos que le rodean, y con más fuerza incluso, por sus seguidores más cercanos.

Pero no son momentos para lamentaciones, ni siquiera para esperar que pase el temporal para volver a movernos. Son momentos de total disrupción y de sentarnos para buscar alternativas disruptivas de cambio, de presentar una manera distinta de hacer las cosas, de hacer realmente una REARQUITECTURA de su negocio y de su modelo mental, de cara al futuro.

Porque todo va a pasar y cuando esto pase, usted deberá hacer el recuento de los daños, recoger del suelo lo que haya quedado, o en otro caso, aprovechar lo construido en este tiempo en qué realmente utilizó el talento de su equipo de trabajo para construir el nuevo modelo de organización que deberá operar en el futuro.

En este orden de ideas pues, quiero darle algunas recomendaciones para poder aprovechar de nuevo su potencial, definiendo insisto, de cara al futuro el nuevo modelo mental (cultura) que deberá instituir en su empresa y asegurar salir bien librado de la crisis que hoy enfrenta. Aquí algunas consideraciones:

  1. Piense como cuando comenzó: Sea el jefe de su propio espectáculo. Reinvente todas las actuaciones que ha hecho hasta ahora para asegurarse de que realmente sea resaltada su marca personal. Debe actualizar su “trayectoria” constantemente y mostrar siempre la nueva imagen de sí mismo y la de su negocio. ¡Su empresa, es lo que es usted!, y si no es congruente la imagen que ésta tiene con su esquema de pensamiento, en al mercado no la pasará nada bien. Piense que por hoy lo que ha hecho es una pequeña práctica, pero tendrá que salir al mercado a brindar la mejor actuación de su vida. Se abrirá el telón, y el mercado y sus clientes esperan ver su mejor actuación y la razón es que ahora muchos como usted, están aprovechando el tiempo en reinventarse y mostrarán la nueva cara en el segmento donde usted mismo participa.
  2. Cultura de resultados: Necesitará saber los pormenores de alcanzar el éxito, ahí en tu actual trabajo o en usted como persona. Conozca los números que son necesarios para estar generando y mantenga la vista pegada en el balance, en su punto de equilibrio, en su estado de resultados y en su presupuesto de flujo de efectivo. Deténgase a ver el comportamiento de sus razones financieras. Aquí lo clave es que su historial, en la práctica es dar resultados, en el área comercial consiste un 98% en “cerrar el trato”. Como dicen los auténticos hombres de negocios, la vida es vender. “El buen intento” de cerrar una operación, en este caso, no es suficiente y esta frase, aplica, para cualquiera de las áreas de nuestro negocio. Llegó el tiempo de mostrar cuan buenos dirigentes somos. De ahí mi consejo de siempre. ¡No administre solamente, dirija también!.
  3. Marketing diferente: Esto no significa poner un anuncio de su empresa o de su servicio en una revista de alta circulación. El mundo de la marca personal está lejos del viejo mundo en el que permaneciste durante 20 años, donde pagar por anuncios le garantizaba las ventas y el buen trabajo del departamento de crédito y cobranza. Ahora tendrá que mostrar una nueva cara, saltará de proyecto en proyecto trabajando con desconocidos, quizá ni los llegará a conocer físicamente, estarán en la red y serán clientes virtuales a los que no les podrá ni siquiera invitar a comer porque incluso, no les interesará. Tendrás que venderse de nuevo en cada salida al mercado, tendrá que vender sus puntos de vista, tendrá que vender ahora lo que realmente vale su empresa, y usted como persona.
  4. Ejecución magistral: Ya no será suficiente ser bueno en lo que hace y saber las reglas del marketing y el networking. Necesitará ser condenadamente especial y bueno en algo de valor económico específico. En una palabra: necesitas exhibir una ¡verdadera maestría! en todo lo que haga, en todo lo que usted diga o muestre y esto es mucho más, que tener una capacitación en una Universidad que le de estatus. Tenga o no maestría, o haya tomado un sinnúmero de diplomados, usted deberá obligarse a trabajar extraordinaria y obsesivamente en aquello que le toca hacer y deberá mantenerse practicando una y mil maneras de hacer mejor las cosas cada vez. Así como se mantienen entrenándose los atletas de élite.
  5. Fomente  la formación de generalistas: Aunque tener maestría siempre será algo bueno, ni siquiera eso será suficiente en un mundo donde las auténticas categorías de pensamiento y de acción están errando y cayendo constantemente. “Tan importante como la capacidad de hacer una cosa extremadamente bien, es la capacidad de hacer una docena de cosas a la vez”. Estaremos jugando en todo un sistema, y tendremos muchos recursos a nuestra disposición para ser bien utilizados. Nadie sabrá a qué demonios se dedicará si no se focaliza correctamente. Usted debe ser capaz no sólo de “ocuparte de ello”, y de fomentar realmente la un espíritu, donde las personas aprendan a ver el negocio, desde las distintas ópticas de cada área y departamento. Hoy más que nunca se requieren líderes a 360º y si no los ha formado, pues le digo con certeza, que va tarde. Haga que esta tarea se dé en su empresa a la voz de !ya!.
  6. Mantenga en entusiasmo: Cultiva el sentido del humor. Esto no significa saber contar chistes o enviar memes por las distintas redes sociales, sino tener la capacidad de sacar la mejor parte cuando ve su fabuloso prototipo que se auto-destruye para ocuparse inmediatamente de la elaboración del siguiente modelo. Vienen los tiempos en que tendremos que equivocarnos con mayor frecuencia y las metidas de pata serán embarazosamente peores que antes pero estarán triunfando las empresas que toleren más el fracaso o incluso lo veneren. ¡Es el precio de la disrupción y del cambio!
  7. Confíe en la tecnología: No necesita ser un experto en un paquete de software en particular o saber programar. Debe apreciar instintivamente el hecho inequívoco de que Internet y todo lo que venga después será la gran tendencia en el futuro. Llegó la época de cambiar a aquellos a quienes no les gusta la tecnología y no la han aceptado como una nueva condición de vida. Tristemente, llegó lo que un día predije (y fue en 1982, recuerdo todavía en la Ciudad de León Gto., en una conferencia empresarial en la Cámara de la Industria del Calzado). ¡Nos alcanzó a muchos el tiempo de formar una nueva generación de analfabetas!. Aún es tiempo de recuperarse para quienes deseen apostarle a esta teoría, o prepararse para pasar a la historia con poca dignidad.
  8. Ríndase ante la juventud: Muchos tendremos “apetito por la tecnología” pero, ¿llegaremos a “captarla” verdaderamente? ¡No lo creo! Por eso tenemos que rodearnos de jóvenes talentosos todo el tiempo. Cada equipo de proyecto debe incluir al menos un joven, necesitamos de alguien que no necesite “reinventarse” porque nació, se crió y porta licencia en sus genes para manejar y entender más rápido que nosotros, los verdaderos usos de la tecnología y el modelo mental que ahora impera entre los jóvenes para emprender y hacer grandes negocios sin la necesidad de contar con tantos recursos y peor aún, haciendo menos esfuerzo del que usted hizo cuando inició su negocio.
  9. Alimente su red: La lealtad no se ha muerto y sigue siendo ahora más importante que nunca. Pero su eje ha virado notoriamente. La “lealtad antigua” era una lealtad jerárquica. Se agarraba un escalón tras otro mientras escalaba una pared. La “nueva lealtad” es horizontal a una especialidad o un sector. Lo que importa ahora es lo que piensan de su trabajo sus compañeros. Debe formar y gestionar deliberadamente una red cada vez mayor de contactos profesionales en tu campo o se quedará solo en su proyecto.
  10. Pasión por la reinvención y el cambio: Hoy, convertirse en un especialista en algo en particular le dejará fuera de la carrera. Usted debe revolucionar sus procesos de entrenamiento, debe buscar experiencias críticas, debe invertir más en sesiones uno a uno para sus colaboradores, debe garantizar que reinventarse es la mejor salida hacia los nuevos horizontes que le plantea el mundo. Dedique montos de inversión para la renovación de su estructura, para la innovación de procesos, para el perfeccionamiento de los programas de entrenamiento, para generar osadía en un mundo que demanda cambios y más cambios con mayor frecuencia. La pregunta que ahora mismo debe hacerse es si, sus planes realmente son endemoniadamente disruptivos como para poder diferenciarse. Si sigue insistiendo en “jugar” de la misma manera, estará pronto fuera de circulación.

Es el talento entonces, del que debe apañarse, y este lo tienen sus colaboradores, sí, esos que han jugado poco porque no se los ha permitido. Vienen tiempos de grandes discusiones por un modelo mental que avasalla cualquier pensamiento aferrado a cualquier paradigma. Llegaron los tiempos de desaprender y volver a entender que el mundo ha marcado la pauta a una realidad distinta y exige una actuación de quienes vivimos en él, de manera absolutamente más consciente. La pandemia vino a ponernos en nuestro lugar y nos da la oportunidad de reinventarnos. Sin liderazgo, no lo podrá hacer, eso es seguro.

Entrene y forme líderes todo el tiempo, pues ello le permitirá adelantarse a sus tiempos. Déjelos jugar el juego de su vida, tienen también la intención de sentirse copartícipes de los buenos resultados, finalmente son parte de su proyecto también. Aprenda a liderarlos diferente, entienda su lenguaje, también usted tiene la obligación de cambiar.

Siempre estaremos en CEHU, dispuestos a ayudarle con este propósito.

Atentamente.