Hoy en día, generar resultados de alto impacto para nuestro negocio en momentos como el que vivimos, pareciera una utopía y sin embargo hay muchas empresas que lo están haciendo de manera ejemplar. Son empresas que se atan poco a los rumores del momento y han logrado concentrarse perfectamente en aquello que realmente es importante y urgente para ellos. Su visión.

En ocasiones pareciera que las condiciones de nuestro entorno, jugaran en contra nuestra y nos sostenemos a éstas para justificar nuestra actuación y resultados de operación y de mercado.. Pero ahora me propongo a compartir ciertas características de aquellas empresas que están siendo y haciendo diferencia frente a sus competidores:

  1. Saben que se puede: Las empresas que lo están logrando, saben y tienen fe en que los objetivos son perfectamente alcanzables, si hacen lo necesario hacia adentro para alcanzarlos. Entre otras cosas, están dispuestos a romper cualquier paradigma al que están atados y hace perfectamente la labor de desaprender para recuperar y ganar conocimiento. ¡Se abren al aprendizaje!
  2. Confían en su talento: Son empresas que han invertido tanto en el crecimiento de su personal que ahora confían en que la exposición del talento en las áreas operativas de la organización, proviene de una adecuada gestión de su liderazgo y por lo tanto éste se ha convertido en un tema estratégico global para la empresa. Pueden ahora aseverar que si “tienen con qué” hacer la diferencia frente a sus clientes y sus competidores.
  3. Lo vamos a lograr: Las empresas que están obteniendo resultados de alto impacto, saben que los resultados no provienen de las aportaciones individuales, sino que es el trabajo de equipo el que realmente le suma al plan estratégico de su negocio. Son empresas que invierten tiempo y recursos (de todo tipo) en el entrenamiento consistente del equipo de trabajo. Las metas, son meramente condicionamientos globales (para toda la organización) que requieren de un compromiso colectivo para poder alcanzarlas, y en éste sentido formulan y trabajan afanosamente en mantener la atmósfera necesaria que les permita impactar más allá de las expectativas de desempeño esperadas.
  4. Liderazgo Individual: En éste tipo de empresas, si bien es cierto que el compromiso colectivo es el que genera los resultados, saben que el punto de partida es ahí en el ejercicio individual donde comienza todo. Cada miembro del equipo, toma la decisión de involucrarse en el diseño de las metas y se compromete en alcanzarlas de manera cohesionada y compartiendo las responsabilidades que les toca a cada miembro. Formulan planes de crecimiento individual e invierten consistentemente en la formación de líderes. En éstas empresas no hay lugar para pretextos ni justificaciones, se trabaja hacia adentro ejecutando magistralmente lo planeado, el orden, la consistencia y la innovación, son elementos clave y los fundamentos principales del éxito.

Sin embargo, cuando uno quiere explicar  con mayor detalle el porqué del éxito en éstas empresas, no puedo dejar de suscribirme a revisar algunas cualidades también de las personas que integran a éste tipo de organizaciones para darse cuenta que, hay otros aspectos en los que ponen foco y atención, tales como la búsqueda obsesiva de:

  • El mejor talento: Trabajan con personas que si bien tienen una gran capacidad técnica, hay logrado el desarrollo y la exposición de sus habilidades de liderazgo de manera excepcional. Se salen del común de las organizaciones que dan preferencia para su contratación al aspecto técnico y dan prioridad al manejo de las habilidades blandas, como la comunicación, capacidad de cohesión, pensamiento disruptivo, atrevimiento para romper esquemas tradicionales y el “status quo” al interior de la empresa.
  • Inversión en el crecimiento del talento y la organización: Dedican un porcentaje importante en el crecimiento de las empresa y en el desarrollo de su personal.
  • La atmósfera en el trabajo es prioridad: Retienen al talento a partir de crear una cultura de trabajo que permite alcanzar un alto índice de satisfacción. Son empresas que están pendientes de construir el espacio ideal para trabajar, tanto desde el punto de vista de las condiciones físicas del trabajo como en el tema del ambiente, toma de decisiones, oportunidades de crecimiento, trato, entrenamiento consistente, innovación, compensaciones y beneficios etc.

Como podrá observar, en éstas empresas el éxito no es una casualidad, se provoca desde la Alta Dirección a través de una mentalidad abierta, y obsesiva intención por alcanzar una ejecución de excelencia. Realmente descubro en mis visitas características de quienes dirigen que llaman la atención y tampoco podemos dejarlas de lado sin opinar sobre ellas.

EL PERFIL DE LOS EJECUTIVOS. UNA VISTA A LA DISTANCIA

Es importante identificar en quienes dirigen a las empresas exitosas algunas características que por cierto, han logrado impregnarse en toda la organización hasta convertirse en su modelo mental, y es por ahí por donde quisiera expresarme ahora mismo:

  1. Se dirige, después de escuchar la voz de aquél al que se sirve: La voz del cliente, es la más alta prioridad y la respuesta a éste una obligación. No hay lugar para los pretextos. Cada persona tiene la posibilidad de mover lo que sea necesario, con tal de que el cliente reciba, a entera satisfacción la repuesta correcta a sus peticiones y no las excusas o explicaciones del porqué no se le cumplió en términos de los acuerdos pactados con ellos.
  2. Se ejecuta con maestría: En las empresas exitosas, la Ejecución lo es todo. Buscan procesos y resultados por encima de las expectativas todo el tiempo. El desempeño en cada persona y en cada área es prioridad alta. Hay un NO rotundo a la mediocridad y es parte de cultura misma en cada rincón del negocio.
  3. Cultura de la disrupción: Se le da una mayor participación a aquellos que “se salen de las reglas” con relación a “aquellos que se mantienen en ellas”. No hay lugar para el confort, ni para los que piensan en “no hacer olas”. Por el contrario, contratan  a las personas que las hacen y las incentivan para que hagan “SUNAMIS” de ideas, aún cuando en ello los manuales de políticas y procedimientos sufran tanto cambio como sea posible.
  4. Innovación para la Diferenciación: Se invierte y se paga por la innovación y el resultado de ésta frente a los clientes y mercado. !Se presupuesta! y se mide su impacto hacia adentro y hacia afuera del negocio.
  5. El fracaso es permitido como parte del aprendizaje: No hay atajos hacia el éxito, cada caída es motivo de celebración por lo que se aprende, la alta dirección celebra un fracaso tanto como el éxito mismo. No porque se quiera hacer hacia adentro de un grupo de perdedores, sino por el contrario por la experiencia que se adquiere de cada resbalón. Cuando éstas caídas se convierten en mejoras, es entonces cuando se desencadena la ola de éxito y con ello los premios de acuerdo al tamaño del logro.
  6. Humildad ante el éxito. Las empresas exitosas no se atan a su modelo de éxito. Entre más y mejores resultados se alcanzan más humildes y más atentos con los clientes se muestran. Se vuelcan de nuevo a sus compromisos con la eficiencia y la mejora y actúan con rapidez para incorporar  un nuevo valor que les permita continuar en la línea del crecimiento. Es por eso que digo que, “en el momento que deje de hacer lo que lo llevó a lo más alto de la montaña, será el momento en el que comience a deslizarse hacia el fondo del valle”.
  7. La cultura de “Juégate el pellejo”. Una de las cualidades de las empresas exitosas es que se tiene pleno conocimiento, es de que no se puede ganar ni obtener buenas recompensas si no se sale uno mismo de su refugio y se corren riesgos calculados. El riesgo es el ingrediente principal que les permite mantenerse “vivos y atentos” todo el tiempo, y éste les genera la adrenalina suficiente y acelera el pulso en la organización, lo que les causa entusiasmo por la búsqueda insistente y obsesiva de cambios, mejora y aprendizaje continuo. ¡Aquí basan gran parte de su éxito!.
  8. Trabajo magistral hacia adentro: ¿De qué hablo?. Si, hablo que de que no se podrán alcanzar los resultados esperados con los clientes, mientras no se ejecute con maestría también con quienes representan a su éxito en el mercado. ¡Sus colaboradores!. Quienes dirigen las organizaciones de alto desempeño no se confunden, saben perfectamente que el tamaño de los resultados con los clientes se generan desde adentro de la empresa, por lo que elevan constantemente el nivel de sus colaboradores. Invierten recursos y tiempo en desencadenar el poder de éstos para que se ¡atrevan! a exponer su talento en el más alto nivel posible. El recurso humano es la prioridad, el trato, la escucha activa, relaciones de confianza y compensación son clave para ir por encima del presupuesto y los resultados en términos de satisfacción con los clientes.
  9. El servicio y la calidad reditúan: Quizá el mejor secreto de los hombres de negocios en el mundo. Estándares altos, límites imposibles son perseguidos todo el tiempo. ¡Se busca la excelencia! todo el tiempo y si usted no es para ello, no tendrá cabida en éstas empresas. En éstas empresas se le exige un altísimo nivel de compromiso para ejecutar con maestría. El nivel promedio es para mediocres, se le exigirá la exposición de todo su talento y usted deberá mostrar su disposición para hacerlo visible.
  10. Los resultados no suceden en la cúpula: La operación es la más alta prioridad y es ahí a donde se apuntan las inversiones. Compensaciones y beneficios es tan solo una parte en el aseguramiento de los grandes resultados. Es el crecimiento, el desarrollo, y la puesta a la vista de las competencias de cada individuo y cada equipo lo que hace grande a la empresa. ¡Así de claro!

Como podrá observar, hay maneras de llegar lejos, y sé que esto puede representar un duro cambio para muchos dirigentes, pues les obliga a romper sus paradigmas en la forma y fondo para dirigir. A nadie le gusta el ruido que genera el cambio, pues éste es fuerte y causa pánico porque le obliga a salirse de su zona de confort, y esto no es nada agradable.

Dejar la tranquilidad para meterse en la zona de riesgo aterra, pero créame, es el mejor camino para ir por delante en la búsqueda de sus sueños incluso puedo decir que es la autopista más segura hacia el éxito.

Aprender no cuesta, siempre será una inversión. Pero invertir únicamente en las competencias técnicas no le dará la ventaja competitiva que usted espera. Son las competencias blandas y el liderazgo los que le asegurarán su visión en el tiempo. Como siempre, nos ponemos en CEHU a su disposición para apoyarle en éste proceso de crecimiento, aprendizaje y cambio continuo.

Lic. Jorge Arturo Arias Romero.